Harley-Davidson
Emilio y Karmele, grandes amantes de las motos custom, chopper se inician en este mundo cuando tienen tan solo 19 y 25 años. Con su primera moto, una Moto Guzzi T3 California 1000 emprenden el primer viaje en 1988 desde San Sebastián hasta Estambul. Durante varios años, recorren países como Francia, Italia, Albania, Grecia, Alemania, Rumania, Marruecos, siempre en sus 2 Ruedas.
La casa se empieza a llenar de revistas moteras como Cromo y Fuego, On the Road, Free Wheels, Biker Zone, … revistas repletas de motos customizadas al más estilo chopper. Como fieles amantes del custom en 1990 compran su primera Harley, un SHOVEL de 1973, madre y reina de todas las motos y así comienza su andadura en el mundo Harley-Davidson.
Tras varios problemas con este hierro y dándose cuenta de que no hay talleres apropiados para la marca, en 1992 deciden modernizar la Harley y comprar una flamante Softail Heritage 1340cc nueva e impecable y con ella siguen rodando hasta 1995.
1995 supone un antes y un después en sus vidas. La familia crece rápidamente y en poco tiempo vienen al mundo sus dos hijas Cheyenne y Arian. Una situación que se complica cuando ese año, Karmele se queda sin trabajo.
Emilio, un tipo emprendedor, con muchos recursos y muy echado para adelante decide que es el momento de dedicarse a aquello que les gusta y abren la primera tienda en Tolosa, en un pequeño local de 20 m2 que les cede la familia. Para echar a andar el negocio, piden un pequeño préstamo y venden su queridísima moto. Así surge el primer CHEYENNE RADIKAL BIKES.
Un año después, desbordados de clientes y de trabajo, aumenta el negocio y junto con unos amigos nace la locura de crear un espacio al estilo del Oeste americano en el que se mezclan el concesionario Harley-Davidson y un auténtico bar Saloon.
En 1997, dos años después de su creación, se inaugura dicho local dándose a conocer en pocos años en todo el país y alcanzando una popularidad inimaginable. Tal es el crecimiento del negocio en los sucesivos años que ya no hay manera de dar un buen servicio y en 2007 junto con 2 nuevos socios, Ricardo y Josu, se abre una nueva concesión en Bilbao.
En 2008, Cheyenne cambia de instalaciones a su ubicación actual. A partir de esta bonita historia hemos procurado seguir adaptándonos a los nuevos tiempos sin olvidar de dónde venimos y con nuestro conocimiento intentando dar siempre el mejor servicio. No podemos más que dar agradecimiento a nuestros clientes por permitirnos seguir trabajando en aquello que más nos gusta hacer.